
Cuando me acuesto y el sueño no llega
cojo el tren de la noche.
Cuando estoy perdida y no se a donde ir,
cojo el tren de la noche.
Cuando las lágrimas inundan mis ojos y la visión se emborrona,
cojo el tren de la noche.
Cuando mis demonios acechan para atormentarme,
cojo el tren de la noche
El tren me llama.
Un tren fugitivo que no va a ninguna parte.
Los vagones desiertos,
como un fantasma, dando tumbos y vueltas
avanza, me lleva lejos.
Prisionera, miro al vacío
destellos, luciérnagas en la oscuridad.
Vías imaginarias por las que rueda y resuena
escapando de los miedos que queman el alma.
Pasan las horas lentamente.
Amanece, se detiene,
tengo que bajar
arrastro mi cuerpo cansado
a la cotidianidad de cada día.
1 comentarios:
Un saludo desde la armonia del coaching. ¿Puede ser que vivas en un OUTLET existencial?
Paz
pacobailacoach.blogspot.com
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