21 marzo 2011

Coincidencias

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Casi todos los días ocurren una serie de cosas que nos llaman la atención por la relación que existe entre ellas, algunas son grandes y llamativas otras muy sutiles, acontecimientos que atribuimos al azar.


Llegan en el momento oportuno y sin avisar, nos envían señales de todo tipo, que no adquieren su verdadero significado hasta que nos damos cuenta y aceptamos que tenían que suceder para que ahora seamos lo que somos.


Y decimos ¿Qué casualidad, no?… pero puede ser que no lo sea, entonces comenzamos a buscar una comprensión más filosófica del echo.

¿Está predestinado el destino?

Lo que no está determinado es la decisión final que tomaremos en cada situación, hay muchas posibilidades por las que obtar.


Grandes científicos han observado el resbaladizo mecanismo de las coincidencias y han llegado a interesantes conclusiones.


El psicólogo C.G.Jung y el físico cuántico W. Pauli coinciden en que “existe en la naturaleza un principio de vinculación no causal que se manifiesta a través de las coincidencias significativas”.


“Existe una estrecha relación entre acontecimientos interiores y exteriores que vivimos. Relación ésta que no puede ser explicada por principio de causa y efecto, pero sin embargo, tiene sentido para el observador”.


"Las coincidencias con significado son impensables como pura suerte, cuanto más se multiplican y cuanto mayor es su correspondencia menos pueden ser atribuidas a la suerte, pero debido a falta de explicación causal deben ser pensadas como arreglos con significado"


Tenemos la sensación de que "algo" está detrás de esas coincidencias.


Einstein dijo

"Dios no juega a los dados"


pero Hawking le contradice exclamando


"No sólo Dios juega definitivamente a los dados sino que además a veces los lanza a donde no podemos verlos"



04 marzo 2010

Preparando la maleta para cruzar el charco

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PROLOGO

Esta es la historia de unas mujeres fuertes, valientes y aventureras.

Lejos las unas de las otras, si, pero al mismo tiempo unidas por el vinculo de una amistad que nació poco a poco y que se fué reforzando con el devenir de los dias.

Cada una con su particular forma de vida y personalidad, fueron encajando como algo natural, como si hiciera tiempo que estaban esperando para crear entre todas una explosión de música y colores.

Flores silvestres dispersas por el mundo que Carmen Jimenez ha recolectado con el arte oculto de su pluma, confeccionando un hermoso ramillete que emana frescura, naturalidad y que embellece el camino de sus vidas, ilusionadas con la culminación de un primer encuentro entre ellas.
M.C. Cruz

"Piensa, cree, sueña y atrévete" (Walt Disney)


Introducción

"El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta" (Pablo Neruda)

Había una vez un grupo de mujeres que se habían juntado en un extraño club al que le dieron el nombre, siempre entre diversión en el chat, de “El club de la Pintora, La Roteña, la Sevillana, la Bailarina, Cruz, la Goldy y la Poeta VIVAS.

La casualidad había hecho que hubieran encajado creando este grupo al que todas deseaban cada día acercarse en su ratito libre, pues sabían que aunque en ese momento estuvieran solas, al otro lado de una pantalla de ordenador, picando teclas estaría su grupo de amigas. Se iban conociendo poco a poco a través de esta posibilidad que les ofrecía esta nueva tecnología. Algo imposible de creer hace unos años, cuando con esto nunca nadie hubiera soñado, pero llegó hasta el más común de los mortales la posibilidad de navegar por Internet. Y ellas cada día encontraban una nueva ilusión que compartir con el resto. Entre bromas en diversión se comenzó a cuajar una bonita amistad entre el grupo, y de esta un proyecto común.

La vida del grupo se desarrollaba en la distancia y cada una en sus labores cotidianas, pero deseando que llegara el momento encontrando su huequecito del día para conectar con sus amigas y palabra a palabra comenzó esta bonita historia de un grupo de “lokitas”, como se llamaban ellas mismas pasándoselo bien. "Un amigo es uno que lo sabe todo de ti y a pesar de ello te quiere" (Elbert Hubbard)

Se empezaron a contar sus propias historias personales, a veces eran compartidas en el grupo y otras veces todavía intentaban mantener su parcela de intimidad, pues quizá aún no habían llegado a ese punto en que en un grupo no hubiera secretos. En este grupo de alguna forma todavía cada una era dueña de sus palabras y de cómo y cuando tenía intención de compartirlas con las demás, y era ideal que esto se respetara entre todas. Pero llegado el momento en que hubo un motivo importante por el que romper esa barrera, el grupo tuvo que comenzar a poner sobre la mesa su vida y sus cualidades, puesto que se habían fijado un objetivo, y como no hay nada imposible, lo único que hay que hacer es poner los medios para conseguirlo, pues en ello estaban y como ellas decían y era su consigna o grito de guerra pues estaban “al lío”…"Caminante no hay camino, se hace camino al andar" (Antonio Machado)

“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento” (Victor Frankl) Todo comenzó observando las dificultades que ponía la distancia para poderse conocer y disfrutar de ese ratito que estaban disfrutando a través de Internet, de una manera en que pudieran verse las caras, y oír esas carcajadas que en forma de “jajaja” se expresaban a través de las letras escritas. Comenzaron a hacer planes de cómo conseguir hacer realidad esa ilusión, y cada una aportaba una idea, siendo estas lo suficientemente graciosas como para que pasaran una tarde inolvidable a través de Internet. "El día peor empleado es aquél en que no se ha reído" (Chamfort)

Esa tarde fue la semilla que se plantó y que poco a poco se iba fertilizando entre todas, y que con estas letras tienen intención de dar el impulso total para recoger la cosecha de una ilusión.


“Creer algo, es hacerlo cierto” (Friedrich hebbel)


Capítulo I
“La Pintora” "


Aunque el grupo era protagonista de la historia a partes iguales, todo giraba en torno de la argentina favorita de todo el grupo. La niña de la Patagonia (Argentina) que las traía a través de una pantalla su Mar de Plata donde ella adoraba sentarse en la playa y mirar al mar infinito. Era hija de emigrantes europeos, que llegaron allá huyendo de la situación desastrosa que vivía Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Sus abuelos ni siquiera hablaban español, y su madre tuvo problemas también con el idioma, y todavía en estos momentos ella, todavía lamentaba que por esta causa se trabara a veces en sus palabras. Aunque no era obstáculo para que preguntara el significado de cada palabra de la que dudara, pues sabido es que en España, cada región tiene un vocabulario, y el de las madrileñas, a veces dejaba curiosidad en ella. Pero poco a poco cada palabra iba siendo absorbida y se iba mezclando un lenguaje común que todas entendían. El lenguaje de la Amistad. "Es parentesco sin sangre una amistad verdadera" (Pedro Calderón De La Barca)

Creció, estudió y mantuvo una profesión muy diferente a los estudios que había realizado, y se hizo mayor. Soñaba con que algún día su arte pudiera ser compartido con otros, a través de sus cuadros. Aunque ella sabía que en la zona donde residía de cada 4 personas 3 se dedicaban al arte de los pinceles, pero aunque esto pudiera haber supuesto para ella alguna dificultad, no lo fue, y no cejaba en su empeño. Cargaba con sus cuadros a todos los sitios y siempre con la ilusión de vender alguno.

La vida le había traído a su hijo y desde el momento en que fue concebido, una noche de luna llena en la playa, paso a ser lo más grande de su vida su motivo de vivir y respirar cada día. Mientras pintaba sus cuadros soñaba, y en sus sueños aparecía la ilusión de conocer España, porque aunque ella no tenía en sus raíces antecedentes españoles, la lengua que hablaba era el español, y esto ya hacía que fuera suficiente motivo para conocer el país.

Cuando pintaba, ya no sabía donde estaba, solo veía el pincel, no podías siquiera hablarla porque no te oiría, y de ese modo podía pasar hasta 6 horas sin moverse. Aunque fuera de noche, que a ella le gustaba más, puesto que nadie la interrumpía en ese momento.

Le gustaba aprender siempre cosas nuevas y un año le daba por las manualidades, otro por el “decupage” (QUE TIENE QUE EXPLICARNOS QUE ES) y otro por la pintura. En el año actual le había entrado la necesidad de trabajar el vidrio y ponerle mucho color trabajándolo, como ella decía el “vitroa”.

Tenía su jardín con las plantas relucientes, sin hojas secas, sin yuyos, y las miraba y sentía como si estas le hablaran.

A pesar de haber nacido en Argentina, era la atípica argentina a la que no le gustaba el tango, y en cambio sí se sentía atraída por todo lo que tuviera que ver con España, y sentía una fuerte atracción por el país. Su curiosidad por todo lo español era grande y preguntaba por cada palabra, y por cada significado de ella, dando la impresión de que quería empaparse de España. Veía tan lejos el momento de disfrutar de ese ansiado viaje en que un avión la trasladara como sus amigas decían “cruzando el charco” que entre bromas, había ofrecimientos de irla a recoger en el supercoche de otra de las amigas del grupo, que salada como ella sola, estaba dispuesta a coger su supercoche y recogerla donde hiciera falta.

Sus amigas la llamaban "la Pintora" y participaba en la ilusión, en el sueño, en el objetivo que se habían marcado con sus palabras, y del mismo modo, también era un vínculo entre todas ellas, pues reunía cualidades compartidas por separado con el resto.

Aparte de su arte, tenía otras cualidades que a través de la distancia compartía con sus amigas, contaba que la calle era su segundo hogar y que lo que para otras era su modo de vida, para ella era una obsesión como ella decía era demasiado “hincha” y le gustaba tenerlo todo en su lugar y que no hubiera nada de tierra, algo difícil en su lugar de residencia puesto que se lamentaban de una profunda sequía que desertizaba el entorno. Así que de ese modo, aunque no le gustaba nada limpiar lo tenía todo reluciente, y no tenía ni hojitas en el patio ni en la vereda.

Le gustaba una barbaridad también montar en bici cuando se montaba en ella, se sentía libre y era como volar, sintiendo el aire en el rostro que le proporcionaba un enorme placer, así recorría la costanera del río, y con el sol en la cara, se pasaba horas paseando. También le encantaba bailar, y siempre aprendía algo cuando en las playas de su país aprendía, porque era costumbre poner música en los paradores, lo que aquí en España, conocemos como “chiringuitos” y como ella decía, “la cuestión era mover el cuerpo” y como donde ella vivía no había ni verano ni invierno, ella siempre iba a caminar por la arena y disfrutaba oyendo el sonido de las olas y girándose en la arena caliente y dar vueltas y vueltas, como si fuera todavía una niña, en eso para ella no había pasado el tiempo.

Su otra pasión era viajar, vivía viajando, era como tener el bolso de viaje preparado y arrancar en cualquier momento, le encantaba conocer cualquier lugar, y cada vez que iba a un sitio nuevo, le gustaba regresarse a casa una piedra, ya tenía su casa llena de piedras, y allá donde miraras había piedras. Si ella pudiera se recorrería el mundo. "Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, debemos llevarla con nosotros para poder encontrarla" (Ralph Waldo Emerson)

Por la montaña, le encantaba caminar descalza sobre lo verde, y sentir el frescor de la hierba y percibir el fragante aroma. Se regañaba a si misma porque cuando hablaba de ello se ponía romántica, pero esto solo era parte de su gran sensibilidad. Pero ella lo veía como algo negativo y se descalificaba diciéndonos que era “re-contra sensible” y que lloraba mucho, cualquier cosa le daba lástima, si se moría un animalito, un insecto, lo que fuera y verlos sufrir le partía el corazón.


Capítulo II
“La Roteña”


Cada una aportaba al grupo lo que tenía y con lo que podía colaborar y otra de las amigas del grupo, ofrecía sus palabras definiéndose a sí misma con sus intereses y aquello que la definía en su personalidad. Le gustaba muchísimo la calle, la casa le pesaba muchísimo, por tanto pasaba en ella solo lo justito. Entre las cosas que podían definir su personalidad, supimos que le gustaba salir a tomar “cafelito” con las amigas y vecinas, y esa era una de las cosas que la distancia impedía que realizara con su nuevo grupo de amigas internautas, le apasionaba salir al campo y conocer sitios nuevos.

Adoraba los rinconcitos costeros de la misma provincia en que vivía, porque aunque ella había nacido en Madrid, y se sentía madrileña, esto había sido por pura casualidad. Disfrutaba los paseos por los parques y se deleitaba con el canto de los pájaros.
Otra de sus pasiones era leer y leía todo lo que caía en sus manos, era tal la satisfacción que le producía la lectura, que no consideraba tiempo malgastado nada que sus ojos descifraran que viniera impreso, en papel o lo que fuera, porque incluso cuando leía los folletos de propagandas que todo hay que decirlo, a casi toda la gente, le pasa por las manos sin saber siquiera que pone en ellos.
Había algo en lo que tenía claro que no podía emplear su tiempo y eran las manualidades porque al no tener mucha paciencia se cansaba y no podía mantener mucho tiempo la concentración. Lo había intentado porque se lo habían aconsejado. Según le dijeron le relajaría al ser muy activa. Por tanto era una tontería comenzar alguna labor manual como emplear la aguja haciendo punto de cruz o calceta. También lo había intentado y no acababa nada de lo que empezaba. Siempre lo dejaba a medias y rápidamente empezaba otra tarea, y todos sabemos que estas son tareas de constancia y dedicación.

El grupo sabía que le gustaba pasear, caminar ir a la playa, montar en bicicleta, y que se embelesaba mirando el mar, ese mar gaditano que la tenía como hechizada. Sin saber ni como ni de que manera, se vio también envuelta en ese grupo de soñadoras que se habían conocido a través de la distancia y sus nuevas amigas a ella le llamaban "La Roteña".



Capítulo III
“La Bailarina”


Había sido el artífice de la conexión del grupo pero era la que menos podía aportar, pues como ellas decían “Tenía el bicho roto”, y tenía que repararlo, motivo por el que no podía conectar a diario como a ella le gustaba. Tenía que esperar a que llegara el fin de semana y conseguir poder conectar con el ordenador de su hija, y se sentía frustrada por este motivo. El grupo la añoraba, pues era el alma que las había conectado y deseaba que llegara el momento en que apareciera con alguno de sus graciosos comentarios que a todas hacían reír y contribuir en pasar ese buen rato.

Era amiga de sus amigas, pero la barrera de la intimidad le costaba traspasarla, quienes la conocían bien eran privilegiados de su confianza, pues a pesar de que su sentido del humor era muy bueno, era bastante reservada sobre su vida privada. Y claro está, el grupo fundamentaba la amistad en el respeto mutuo, y si algún día ella se sintiera necesitada de compartir algo más de su intimidad lo haría sin reservas.

Sabía estar donde se la necesitaba, teniendo siempre una palabra amable y de ánimo para las personas a las que apreciaba. Era seria en sus tareas cotidianas y en los propósitos que se hacía. Y cuando realmente creía en algo o alguien, se entregaba totalmente. Tenía una dulzura en su cara que dejaba ver la paz que sentía consigo misma y con su vida actual irradiando una candidez y ternura apreciada por todas las amigas del grupo. Era cariñosa y muy comprensiva, sabía siempre dar buenos consejos, y disfrutaba ayudando a los demás, realmente, casi siempre lo hacía sin darse cuenta de ello.

Pero la razón de reservar parte de su intimidad no le excluía de este loco grupo, y más habiendo sido el nexo de unión entre todas. Todas disfrutaban de su presencia cuando estaba su “bicho sano” y del mismo modo todas deseaban que pronto volviera todo a su normalidad. Ella era todo equilibrio en su vida y sobre todo entre su mente y sus sentimientos. Aunque era tremendamente sencilla, y en la sencillez era donde desarrollaba su alegría por vivir que buscaba ante todo la sinceridad. Para ella, la alegría eran las vitaminas para el alma.

Le gustaba la danza, no lo cambiaba por nada en el mundo, no había nada más importante que ir a su clase una hora diaria para sentirse realizada consigo misma y bailar... sus amigas la llamaban "la bailarina

Le gustaba mucho la lectura, y sus ideas estaban siempre en la defensa y apoyo de los más desfavorecidos. Y al igual que el resto del grupo siempre abogaba por los derechos de las mujeres. Y manifestaba a los cuatro vientos su independencia, aunque no afrontaba la vida en solitario, le gustaba su situación actual y disfrutaba de su vida en pareja.

Aunque era extremeña, era una enamorada de Granada, y ese era el nexo de unión con la Roteña, del que vino la extensión al resto. La Roteña se conocía con la Pintora a través de familiares de esta última que estaban en España. La Poeta, cuando entro a formar parte del grupo aportó a su grupo de sevillanas entre las que se destacaron la Sevillana a la que hicieron aceptar el pseudónimo si o si. Y la entrañable Goldy. Al mismo tiempo la Roteña aportó a Cruz que también quiso formar parte de este adorable grupo.



Capítulo IV
“La Sevillana”


Participando con su gracia andaluza, llegó al grupo con su gran sentido del humor “la Sevillana”, ella también siempre hacía reír a sus nuevas amigas, aunque quien la conocía, sabía que era seria cuando la veías de frente, sobretodo cuando se hablaba de sus temas favoritos, estos eran todo aquello que tuviera que ver con los derechos de los trabajadores, luchadora incansable, reivindicativa y muy preocupada por los temas de Salud Laboral de los trabajadores. Era del subgrupo de "Las Sevillanas" y había puesto su grano de arena, comenzando a aportar entre comentarios graciosos inspiración a la realización del objetivo marcado. También había puesto a disposición del grupo la parte de hospedaje, y era la primera en planificar para el encuentro, siempre dispuesta a poner a disposición “los filetes”, para sus amigas, además de su casa en la playa, pero siempre y cuando “la Pintora” se trajera la tortilla. Pobre tortilla, como llegaría a España después del viaje. Pero este y otros comentarios eran aquellos que hacían que nuestra “Sevillana” fuera una pieza clave en el grupo.

Tenía en común con la Pintora el tener a sus hijos lejos, a uno lo tenía en Edimburgo y al pequeño le tenía preparando su próxima marcha que coincidiría con esa Feria Sevillana que ha dado la vuelta al mundo, y dedicaba parte de su tiempo a organizar fiestas como esta. Su pequeño tampoco se iba a la vuelta de la esquina, nada menos que el viaje que preparaba era a Holanda.

Del poco tiempo libre que le quedaba, al tener que afrontar su vida sola, sin pareja, era una apasionada de la lectura y como no, también le gustaba montar en bici, y al igual que la Pintora, disfrutaba como una niña del placer de revolcarse por la playa. introdujo en el grupo una pasión que no compartía ninguna más y era su Colombo, su compañero de viaje. Un caballo con el que los paseos por la playa durante dos horas todas las tardes, le hacían desconectar del mundo, y que hiciera posible que pudiera ser tan activa en sus quehaceres cotidianos.

"Los animales son buenos amigos, no hacen preguntas y tampoco critican" (George Eliot )


Capítulo V
“La Goldy”


En este grupo de sevillanas, estaba también “la Goldy”, que aunque se intentó que el apodo fuera por un diminutivo de Golden, puesto que era rubia, ella misma no dejó que así fuera, y dijo que ella siempre sería “la Goldy”, aunque se quedara “delgaita”. Tenía un supercoche con el que estaba dispuesta a cruzar el charco para ir a buscar a “la Pintora”, y lo tenía puesto a disposición del grupo para el momento en que se necesitara ponerlo en marcha.

Nuestra amiga “Goldy”, derrochaba simpatía y buen humor, solo con verla, aunque realmente era muy seria, sobre todo con aquellos temas que se relacionaban con su trabajo. También había entregado su vida al arte de hacer respetar los derechos de los trabajadores.

Este arte, era un arte desconocido para todos los profanos en la materia. Desagradecido como pocos. Este proceso comienza cuando la persona, que realizando su actividad laboral, comienza a observar a su alrededor que las compañeras que la rodean se encuentran en situación desfavorecida, y ese ansía de ayudar le lleva a hacerlo afrontando cualquier consecuencia con la que se tope en su camino, y más y principalmente cuando la profesión no se encuentra todo lo dignificada que debiera estar.

A veces, ser un tuerto en el país de los ciegos, puede causar muchos quebraderos de cabeza, pues aunque debieras intentar no cargar con los problemas de los demás, a veces es muy difícil no hacerlo.

Pero nuestra amiga, tenía claro que los derechos a los trabajadores nunca se les habían regalado, que habían tenido que ser conquistados, y en esa conquista se encontraba ella. Luchando y peleando por todo aquello en lo que creía. "Se quiere más aquello, que se ha conseguido con muchas fatigas" (Aristóteles)


Y muchas veces afrontando la adversidad de todos los profesionales de este singular “arte” de que su trabajo no fuera reconocido y tener que convertirse en esponja que absorba todas las descalificaciones que finalmente acaban haciendo que una mentira muchas veces repetida se convierta en verdad. Pero como todos, a ella, no le quedaba otra que convertirse en indiferente ante las falsas acusaciones y culpas por todo lo malo que pudiera pasar en el entorno laboral. Sin darse cuenta los trabajadores y trabajadoras, que esta era la baza más importante que ganaba la patronal. Porque de poco sirve que haya personas dedicadas a luchar por los intereses de los demás, y que estos “demás”, no les apoyen en la lucha. Pues se convierte en vana.
Al grupo “Goldy”, aportaba un humor diferente, pues ella algo tenía claro, y se sentía orgullosa de ello, y no le apetecía en ningún momento renunciar a hacerlo: “Como hablaba escribía”, y claro su acento andaluz, provocaba muchísimas carcajadas a través de la red.

Madre coraje que había enfrentado la vida sola y luchando por sus 3 hijos contra las adversidades de haberse decidido a apostar por su independencia. Supo preparar una receta con todos los ingredientes necesarios para hacer de sus hijos, los hijos más orgullosos de una madre, habiéndoles enseñado todo lo necesario en la vida para que fueran lo que hoy son, haciendo que entendieran, una vez fueron adultos, que para tomar decisiones se han de saber todos los detalles de lo que se cuece en la vida, pues puede ocurrir que estas decisiones lejos de facilitárnosla, nos la pongan más difícil. Y hablando de cocciones, a ella, le gusta cocinar y tiene pendiente con la Poeta, la receta del cocido madrileño, que seguro que cuando lo prepare, estará de muerte, como la fabada de la tele, y no habrá diferencia con el que se cocine en los pucheros de Madrid.

En cuestión de luchar por la vida, y de separaciones de sus hijos nadie podía haberlas sufrido como ella, pues se había enfrentado a su independencia con los inconvenientes de decisiones infantiles. Ella en eso solo tuvo la última palabra. Pero eso hoy, es agua pasada y tanto madre como hijos, se sienten satisfechos por su vida a partes iguales. Como el refranero español nos dice “No hay mal que por bien no venga”.

Ahora había alcanzado el grado de madurez ideal para enfrentarse al mundo, y en este momento se sentía completamente realizada y disfrutando de su nieta, que es su valor más importante en el momento actual, por tanto aporto al grupo algo que ninguna tenía, era abuela, y esta segunda maternidad que estaba viviendo con ella la hacía sentir completamente feliz.

Amiga de sus amigas, podía convertirse en una tumba con un secreto, que aunque le apretaran, antes la matarían que revelarlo. Le apasiona el cine, y ahora con la facilidad de tenerlo en casa, pues aprovecha para descansar la dura semana de trabajo, con frecuentes viajes, para disfrutar de todas las películas que pueda. Le gustan todas, y aunque ya las haya visto, no le importa volverlas a ver de nuevo, porque mientras descansa y ve sus películas, también aprovecha para hacer crochet, que se ha propuesto hacer una colcha a cada uno de sus hijos, por si no pudiera dejarles otra herencia. Pero como herencia ya tienen bastante lo que son, pues son la creación de Goldy, y una buena educación, una gran personalidad y los valores ante la vida, son una herencia muchísimo más importante que la que pueda dar el dinero.

El crochet, lo alterna con su pasión por la lectura. Aportando al grupo una devoción por la Virgen del Rocío, a la que acompaña en Romería y a la que siempre acude en busca de protección. Aunque su mayor protección es su personalidad y temperamento, que son los que mejor protección siempre harán de su persona.



Capítulo VI
“Cruz”


Nos encontramos por el camino también aquella a la que llamaban "Cruz", y a ella también algún día le pasó por la cabeza escribir, y habiendo llegado hasta aquí, estaba decidida a compartir sus letras también con el grupo, habiendo dejado a disposición de las demás el transporte a través de un figurado tren.

Su vida había cambiado hacía dos años, cuando la separación de su motivo de existir, su hija, se había planteado el independizarse, era de esas decisiones duras de afrontar cuando llegan, y que aunque la entrega de una madre sea siempre por encima de sus posibilidades, tratando a sus hijos como verdaderos reyes, en este caso una reina, cuando llega, llega, y es bastante duro.

Aun afrontando esta separación, los primeros momentos de esta fueron muy duros, y deseaba en su interior, que se arrepintiera y volviera a casa. Le faltaba tiempo en decir “me pica” para que el amor de sus padres, sobre todo de nuestra amiga Cruz, corrieran a rescatarla. Afortunadamente solo había una distancia en la separación de 300 metros, con lo que el contacto era frecuente.

Ahora se habían estrechado más sus lazos y la relación se había convertido más en relación de amigas, y realizaban sus incursiones en la diversión juntas, saliendo como ellas solían decir “de marcha juntas”. Cruz percibía el orgullo en su hija, porque iba pregonando a los cuatro vientos que su compañera de diversión “era su madre”, lo que a Cruz, le inundaba el corazón de alegría.

También le gustaba a veces disfrutar de esos momentos de libertad con sus amigas, y salían a bailar. Momentos que se aprovechaban, no solo para el divertimento, sino que debido a su peculiar sensibilidad, Cruz acababa recogiendo todos y cada uno de los problemas de las demás, porque “era el paño de lágrimas” de todas ellas. Probablemente, esa capacidad de empatía que practicaba siempre, con los problemas de los demás, era el imán que recogía aquellas situaciones que hacían a sus amigas desgraciadas. Y lo que comenzaba para dar expansión al espíritu, a través de la diversión, acababa siendo la sesión de terapia.

En su vida cotidiana, Cruz tenía ciertas similitudes con “la Pintora”, y se consideraba también un poco “maniática del orden y la limpieza”, o como “la Pintora” diría también era un poco “hincha”. Con los años se había relajado y ya no incordiaba tanto a su alrededor y a los que con ella compartían espacio, con la tan repetida hasta la saciedad frase de “cuidado no ensuciéis, que acabo de recogerlo todo”.

Se consideraba sensible, y de esto el resto de miembros del grupo, daba fe, pues ya habían conocido ciertas partes de su personalidad que así lo hacían entrever. Las cosas le afectaban siempre más de lo necesario, y muchas veces hacía una montaña de un granito de arena, pero de cualquier forma, esto que ella creía ser algo negativo, no era mucho más de lo que les pasaba al resto de integrantes del grupo, es algo que va en la condición femenina. De todos es sabido, que la mujer, por su condición de tal, tiene aquellos días en que todo se vuelve negro y que afortunadamente pasan pronto, y que son consecuencia del torbellino hormonal que envuelve su cuerpo. "Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia" (Anatole France)

Otra de las cosas que ella veía negativo en su forma de ser era el considerarse “un despiste total”, como ella decía graciosamente: “Tengo una memoria que si se la comiera un perro, ni me enteraría”, pero esto también es algo que caracteriza a las personas con una fuerte sensibilidad. Casi siempre están ocupadas o sobreocupadas en situaciones puntuales, y a las cosas menos importantes, les dedican la atención justa, a veces muchísima menos de la que la situación merecería.

Le gustaba el arte, a parte de las letras, y había probado a expresarlo con sus manos. La arcilla, había resbalado por ellas, descargando todo tipo de tensiones, y habiendo obtenido el fruto de realizar algunas obras. También le gustaba la cerámica y aunque hace tiempo que no realiza esa actividad la adora, y desea pronto volver a ella de nuevo, aunque le entrañaba bastantes dificultades.

Su casa siempre tiene el aroma de alguna vela encendida, pues esto le producía una satisfacción interior que le facilitaba el poder dedicar su tiempo a sus actividades favoritas, entre ellas, la lectura. No había nada como sentarse con un libro, mientras al fondo escuchaba esa música de jazz, que tanto le gustaba, mientras los olores envolvían la estancia con los efluvios que emanaban de esas velas perfumadas.

Adoraba viajar y escaparse con su compañero inseparable de viajes y del viaje de la vida, y disfrutaban ambos de fines de semana románticos, perdidos en algún hotelito de montaña, donde renovaban su amor, volviendo a su cotidianidad de la vida con energías nuevas. En sus viajes también disfrutaban del senderismo, que era el colofón del viaje a los sentidos que producían estas escapadas románticas.



Capítulo VII
“La Poeta”


"Dios no te hubiera dado la capacidad de soñar sin darte también la posibilidad de convertir tus sueños en realidad" (Hector Tassinari)

En el grupo quizá a la más ilusa y fantasiosa, pero motivada por un sentimiento que había hecho aflorar una lagrima a su ojo derecho, y cuando esto ocurría, ella sabía que el motivo que consiguiera esto era lo suficientemente doloroso como para prestarle atención. Le dolió el alma cuando pensó en que la distancia quizá dificultara e imposibilitara que alguna vez pudiera darse un beso y un abrazo fraternal con su nueva amiga a través de la distancia. "Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón" (Gabriel García Márquez).

Había llegado al grupo a través de “la bailarina” y casualmente también entre ambas, la amistad se había cuajado a través de Internet. Aunque la facilidad de verse era mayor, las ocupaciones personales de cada una de ellas ponían trabas a materializar encuentros con mayor asiduidad. Pero aunque había pasado mucho tiempo desde su último encuentro físico, el día que se vieron, después de haber entrado a formar parte de este grupo, “la Poeta”, sintió una emoción muy fuerte, puesto que no esperaba verla, habiendo sido una sorpresa. Le dio tanta alegría, y al mismo tiempo tanta pena de que esto no pudiera hacerlo con el resto, que hacía crecer la ilusión de materializar el encuentro.

De ella se podrían contar muchas cosas, que le gustaba cantar, que había realizado labores manuales y que con 3 años ya dominaba la aguja con hilo y el trapito donde trazaba puntadas, aprendió a hacer ganchillo o crochet, como hacía Goldy, y que había hecho cositas, pero intentando que estas siempre fueran pequeñas, pues en seguida se cansaba y abandonaba la labor para pasar a otra cosa. Le gustó aprender todas las artes en labores, punto de cruz, bordar, tejer punto con dos y con 5 agujas para calcetines, pero no era constante. Las inquietudes intelectuales siempre hacían que no pudiera dedicar demasiado tiempo a estos menesteres.

A este grupo entró entregando sus poesías, a través de ellas abrió su corazón pasando desde ese momento a ser transparente para el resto, puesto que en letras les había entregado sus sentimientos y su vida. Había perdido las ilusiones porque se habían frustrado sus planes de maternidad y lo único que le quedaba era vivir y disfrutar de su vida, y su mayor pasión siempre había sido "escribir" eso era algo de lo que nunca se cansaba, pero no siempre había de que hacerlo.

En este momento se podía estar materializando, pues ahora tenía con quien compartir sus letras. Esas letras que un día llenaron diarios y que en los últimos tiempos estaban completamente dedicadas a su labor sindical, ayudando a sus compañeras, más desfavorecidas en conocimientos, y su mayor satisfacción era sentirse útil, aparte de querida, que eso es muy importante para nuestra amiga "la Poeta"

Viajaba poco pues siempre había tenido su refugio en su campo, como a ella le gustaba llamarlo. Allí había pasado su vida de fines de semana y estival, y allí encontraba la renovación a sus energías, y aunque le gustaría salir a otros sitios y conocer, lo había probado, y cuando lo había hecho, siempre llegaba el momento en que soltaba un suspiro por la añoranza de no estar allí. Conocía lo que era la necesidad de estar allí.

Allí, entre sus árboles lo tenía todo. La paz, la soledad, la compañía, la alegría, los recuerdos. Tenía la belleza de un paisaje excepcional con toda la sierra de Gredos ante sus ojos, una fotografía para los ojos que nunca se cansaba de mirar. La puesta de sol desde la puerta de su casa era lo más bello que nunca en ningún otro lugar hallaría cuando las montañas se tragaban el sol rojo de la tarde. Otra estampa desde su casa, traía a sus ojos el Castillo, que de día ofrecía belleza, pero cuando la noche caía y decoraban con su alumbrado también era algo que nunca se cansaba de mirar. La contaminación de la gran ciudad, que hacía que el cielo escondiera parte de su belleza con un manto de estrellas, ella lo tenía, esa era una joya de la que disfrutaba siempre que sus ojos miraban al cielo. Y en las noches de luna llena, cuando esta iluminaba todo, no hacía falta luces, pues alumbraba toda la belleza que rodeaba.

Le gustaba también montarse en su bicicleta y pasearse por el campo, respirando la fragancia de los eucaliptos que la rodeaban, era como si este aroma ensanchara sus pulmones, y de hecho sabía que las dimensiones de estos eran importantes. No por algo, había aprendido a nadar muy pronto, y siempre se había destacado bastante en sus incursiones bajo el agua resistiendo muchísimo tiempo bajo ella. De niña, anecdóticamente su abuelo encontró la afición de hacerla superarse a si misma compitiendo con sus hermanos, en un juego bajo el agua que a todos hacía disfrutar. Un puñado de monedas caía a la piscina y habían de recoger el máximo sin salir de ella. Y sin haber sido especialmente competitiva nunca, le gustaba destacarse, pues era la niña, y quería romper con la imagen de fragilidad que intentaban inculcarle.

Esta rebeldía por la fragilidad femenina le había acompañado durante toda su vida, y desde su más tierna infancia y sin saberlo, le había convertido en una feminista que llevaría este estandarte a lo largo de su vida. "Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando" (Rabindranath Tagore)


Capítulo VIII
“La ilusión”


"Creas tu propio universo sobre la marcha" (Winston Churchill). Un día se le ocurrió la feliz idea de aportar una ilusión al proyecto y lo que hasta ese momento era únicamente diversión pues contaba con un problema muy importante que todas compartían. Sus recursos económicos no eran de lo más agradable para conseguir materializar sus ilusiones por el camino más corto. "El primer paso para la solución de los problemas es el optimismo. Basta creer que se puede hacer algo para tener ya medio camino hecho y la victoria muy cercana" (John Baines)

En un principio había planteado en aquella memorable tarde la diversión de hacer cada una de ellas una hucha para poder traerse a "la Pintora" a España, para materializar ese encuentro que a todas ilusionaba. Ellas se divirtieron aportando cada una de ellas su "chanchito", que serían las huchas que aportaran cada una para preparar el viaje de "la Pintora". Pero había que ser realistas, y llegaron a la conclusión de que entre todos los "chanchitos", no sería factible preparar el encuentro, y una de dos, o disponían de más gente que aportara su chanchito o buscaban otro medio. No hubo en ese momento nadie más que de esa forma tan divertida a la par que altruista dejara denotar que quería participar en este grupo, entonces en ese momento, cada una con lo que tenía; unas su gracia, otras sus letras, otras sus ganas de vivir, otras su sensibilidad o su arte…"Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo" (Jaume Perich)

Mientras se divertían, se iba participando en la ilusión, y se estrechaban sus lazos cada día más, y la distancia no significaba nada, cuando cada noche conectaban a través de Internet y tecleaban, como si estuvieran juntas y estuvieran compartiendo sus más íntimas palabras.

Un día a "la Sevillana" se le ocurrió que “la Poeta”, se presentara a un concurso, y entre letra y letra, se le ocurrió, que si se presentaba a este concurso, y pudiera resultar agraciada con el cuantioso premio del mismo, se permitiría poder materializar ese encuentro con el que todas se divertían, y que a todas les hacía ilusión. Eran realistas, pues sabían que aunque de ilusión también se vive, es difícil que de la nada se pueda recibir un premio tan cuantioso, pero al mismo tiempo, también tenían la esperanza, y esta les hacía pensar que todo es posible y que si se quiere se puede "La verdadera fuerza, no proviene de la capacidad física, sino de una voluntad indomable" (Gandhi)


La planificación cada vez era mayor y ya estaba trazada hasta la ruta para el encuentro que podía empezar en el nacimiento del río Guadalquivir, cogiendo un todo terreno y recorrer río abajo toda Andalucía, terminando en Cádiz donde las esperaría la tierra que amaba la Roteña, comerían sus tortillas de camarones, pescado fresco y disfrutarían de su sol y concluirían el recorrido visitando las bodegas de Antonio barbadillo.


Capítulo IX
“Conexiones”


Entre aquellas cualidades que tenían en común, a la Pintora, artista sobre todas las cosas, profesional en probar todas las artes donde pudiera recrearse y sembrar su creatividad. Al igual que Cruz, era una apasionada de las manualidades de cerámica, como todo lo que fuera trabajo con las manos. Compartía con ella también la necesidad de estar rodeada por aroma de velas, hornitos con esencias, estas le ayudaban a relajar el ambiente para crear un clima inspirador para su arte, y al mismo tiempo era muy romántico y se podía utilizar para otros menesteres más humanos.

Compartía con la Sevillana el dolor de la separación con mucha distancia de por medio de sus hijos, y aunque intentaban estar en contacto diario, por medio de Internet, les dolía esa separación en el alma, así como a Cruz, le parecía una distancia enorme 300 metros, para la Pintora había 700 kilómetros entre ella y esa parte de su vida que la completaba como persona. Ella todavía le veía “chiquito como a un nene”, pero era un hombre cápaz de vivir lejos de ella. Al igual que los hijos de la Sevillana, que uno se encontraba en Edimburgo y otro preparaba el viaje en abril para Holanda. "Jamás ha habido un niño tan adorable, que la madre no quiera poner a dormir" (Ralph Waldo Emerson)

La Pintora y la Roteña compartía su afición por la vida exterior, y a todas les gustaba montar en bici y la calle era su segundo hogar. Respiraban el aire de las montañas y se sentían llenas del mundo. En esos momentos no necesitaban nada más.

La pasión por el baile (menos por el tango) era compartida por todas ellas, la naturaleza que había en sus cuerpos y sus ganas de vivir, les hacía que a través del baile pudieran dar rienda suelta a todas sus inhibiciones y sacar cualquier atisbo de negatividad que quisiera inyectarse en sus espíritus.

El tango era territorio para la Poeta, siempre tuvo la necesidad interna de aprender a bailar el tango con el arte del que lo sabía hacer. Pero esto no era obstáculo para que no lo bailara, esas notas se le atravesaban por el cuerpo y junto con una buena pareja de baile hacía que el baile instintivo se hiciera arte. Cuando bailaba, la gente creía que lo había aprendido a hacer y que sabía, pero esto nunca ocurrió, era como que lo llevaba dentro, y al igual que cualquier otra música lo vivía y disfrutaba de ello.

Aunque el tango para la Poeta era muy bello y atrayente para bailar, su mayor pasión siempre fue el flamenco, y verdaderamente lo debía de hacer bien, pues recibir de un gitano la expresión al bailar de “Ole, gitana”, es algo que a nuestra Poeta le llegó profundo, pues esta no es una expresión que las personas de esta étnia regalen porque sí.

Del mismo modo guardaba una anécdota importante con el baile español más conocido en el mundo entero “Las sevillanas, (como baile)”, debía ser buena la gracia puesta en unos pasos que nunca llegó a aprender que allá donde estuviera y hubiera alguien que supiera hacerlo con la ortodoxia de este baile, compartía con ella una pieza. Y de todos estos bailes compartidos, aunque ella seguía insistiendo en que no lo sabía bailar, en cuanto tocaban los primeros acordes de “la Primera”, ella ya estaba con pareja, dispuesta a bailar, dejando siempre claro que ella “no sabía”.

Igual que el baile era compartido por todo el grupo, eran mujeres que sabían luchar contra la adversidad y que disfrutaban la compañía masculina, pero no la necesitaban para ser y sentirse personas. Tampoco les gustaba depender del otro sexo para nada y lograban casi todo aquello que se proponían. Eran fuertes, sabían lo que querían y como conseguirlo cuando verdaderamente lo deseaban. Pero se consideraban “muy mujeres”, la independencia del sexo masculino no significaba un hembrismo despreciativo para nadie que pudiera conocerlas. "Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes" (Friedrich Nietzsche)

Eran las atípicas feministas que no les hacía falta publicar a los cuatro vientos que lo eran. "Trata a un hombre (en este caso a la mujer) tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser"(Johann Wolfgang Goethe)


Capítulo x
“Los encuentros”

"El que busca un amigo sin defectos, se queda sin amigos" (Proverbio turco)

No todo iban a ser similitudes, tenían que tener sus diferencias, y en esto la primera que destacaba era la Poeta, para ella, las labores domésticas eran solo el vehículo para tener una calidad de vida. No consideraba un arte las labores que consideraba exclusivamente de necesidad. Consideraba su tiempo demasiado valioso para perderlo, como a ella le resultaba el tener las cosas para los ojos de los demás. Era la atípica ama de casa, a la que no le importaba que hubiera tareas domésticas sin hacer, cuando estaba leyendo un buen libro o escribiendo, su pasión favorita. Le gustaba muchísimo ocuparse de su jardín, pero porque para ella resultaba terapéutico y relajante, al igual que la limpieza. Para ella la Limpieza, en toda su amplitud era algo que le había aportado muchas cosas en su vida.

Descubrió que por medio de la limpieza se desestresaba y sacaba la negatividad acumulada en su cuerpo y procuraba concentrar sus energías en organizar su vida de manera que fuera siempre algo positivo para ella, ya que era algo que nunca había sido de sus actividades favoritas de la vida.

Pero como la vida da muchas vueltas, esta actividad que para ella no era “su preferida”, quizá por el destino o por la casualidad se convirtió en el motor de su vida. Recaló en la profesión por aquellas situaciones que te llevan a hacer lo que haga falta para cubrir tus necesidades, y una vez llegó, comenzó a percibir la falta de dignidad laboral que tenían estas profesionales y lo maltratadas que eran laboralmente. Desde ese momento se trazó una meta, había llegado a esa profesión por casualidad y necesidad, y mientras tuviera que mantenerse en ella, haría todo aquello que estuviera en su mano para dignificar esta profesión.

Siempre, cuando hablaban con alguien, decía que no, que para el o ella igual respeto merecía una limpiadora que una secretaria, pero las profesionales de la rama las “Azafatas de la higiene”, sentían que al igual que las mujeres tenían que ir demostrando sus cualidades siempre ante las profesiones masculinas, se materializaba el que, “No hace falta parecerlo, hay que demostrarlo”.

Se topó con ciertas personas que intentaron humillarla simplemente por el hecho de llevar un uniforme y que su herramienta de trabajo fuera el “mocho”, pero solo lo intentaron, porque todos sabemos que no ofende quien quiere sino quien puede. Y ella siempre se defendía con la palabra, porque el que la veía con la bata, no miraba más allá, y no se preocupaba en saber cual había sido la formación o el pasado laboral de la limpiadora que tenía delante, y ahí llegaban siempre las sorpresas. Las palabras que utilizaba, a través de su boca o a través de sus manos siempre sorprendían al interlocutor ofensivo.

La Limpieza, le había dado un futuro laboral, que hasta ese momento y después de 13 años trabajando, no había tenido, y en ese momento se planteo: Si la Limpieza quería que se quedara con ella, pues con ella se quedaría. Los que no la habían querido o no habían sabido mantenerla como profesional, pues ellos se lo perderían y sus conocimientos, se los quedaría para ella, y los utilizaría del modo que mejor iban a ser invertidos. En dar caché a una profesión a la que cualquiera podía llegar en caso de necesidad y que se valoraba tan poco.

La Limpieza le ofrecía la posibilidad de hacer aquello que la gustaba, sentirse util y querida profesionalmente, y no precisamente por estar limpiando, sino por la posibilidad de compartir sus conocimientos de una forma constructiva hacia quien la necesitaba de verdad, no para aquellos que pagaban por ello y ni siquiera lo reconocían, que no valoraban estos conocimientos ni su aporte laboral. Que por donde quiera que había recalado se habían aprovechado de ellos en beneficio propio, y ella de esto solo había recibido la recompensa de un salario. Nada más.

Por esta actividad nueva para ella, pero a la que llegaba con muchísimos conocimientos acumulados a lo largo de una vida de experiencia laboral, se pudo materializar la amistad de este grupo de “lokitas”, que deseaban que su deseo se realizara y que pronto tuvieran la oportunidad de darse el gran lujo de estar todas juntas, y compartir las actividades que a todas las apasionaban.

Se pegarían una buena comilona, donde no faltarían los chocolates o bombones, que adoraban todas ellas, disfrutarían de unos buenos “cafelitos”. Quemarían las calorías acumuladas dedicándose una buena sesión de baile y rematarían su faena tiradas en la playa, revolcandose en ella, retozando como niñas y viendo la puesta de sol desde ese Mare Nostrum y comenzando los planes para que el próximo encuentro lo pudieran rematar de la misma manera en el Mar de Plata. “La imaginación lo es todo. Es la vista previa de lo que la vida va a atraer” (Albert Einstein)

Autora
Carmen Jimenez Trigos