En un rincón de la comarca de la garroxa, provincia de Girona, a 480m de altitud y rodeada de bosques y campos, envuelta de un gran jardín con piscina, se encuentra Más Salvanera, una masía del siglo XVII totalmente restaurada con tres plantas, un torreón y un pozo, parece una casa fortificada, cuando la ves por primera vez te enamora.
Además de ser una explotación agrícola y ganadera es un hotel rural familiar.
Su propietario Ramón Ruscalleda Calicó, te recibe con una amabilidad y un calor humano que hace que te sientas como si formaras parte de su familia.
Paredes de piedra, techos altos y vigas de madera, amplias habitaciones con mucha luz y una decoración con muebles antiguos restaurados, llena de detalles encantadores.
Las habitaciones tienen nombres de constelaciones del zodiaco.
Subiendo una escalera de madera encuentras una biblioteca situada en las alturas.
Tiene varios salones con chimenea, me gustó sobre todo un saloncito muy acogedor donde disfruté de la lectura y de ir avivando el fuego de leña.
Al entrar al comedor descubres una larga mesa de madera donde degustar su cocina y en la que todos los huéspedes comparten mantel y charlas, amigos de un fin de semana que dejan huella.
Ideal para el descanso y también para visitar el entorno, bellos lugares como Besalu, Olot, Santa Pau, Bañolas y muchos más.
Gracias a la información que nos proporciono Ramón, visitamos un pueblo ubicado al este de Camprodon, Beget escondido en el bosque entre dos torrentes, el pueblo entero es un monumento arquitectónico.
La carretera que te lleva es estrecha y con curvas pero merece la pena el recorrerla porque te espera un regalo para la vista y los sentidos.
Ha sido un fin de semana muy provechoso y enriquecedor.
Gracias Ramón, esperamos volver muy pronto para disfrutar de tu hospitalidad.
Además de ser una explotación agrícola y ganadera es un hotel rural familiar.
Su propietario Ramón Ruscalleda Calicó, te recibe con una amabilidad y un calor humano que hace que te sientas como si formaras parte de su familia.
Paredes de piedra, techos altos y vigas de madera, amplias habitaciones con mucha luz y una decoración con muebles antiguos restaurados, llena de detalles encantadores.
Las habitaciones tienen nombres de constelaciones del zodiaco.
Subiendo una escalera de madera encuentras una biblioteca situada en las alturas.
Tiene varios salones con chimenea, me gustó sobre todo un saloncito muy acogedor donde disfruté de la lectura y de ir avivando el fuego de leña.
Al entrar al comedor descubres una larga mesa de madera donde degustar su cocina y en la que todos los huéspedes comparten mantel y charlas, amigos de un fin de semana que dejan huella.
Ideal para el descanso y también para visitar el entorno, bellos lugares como Besalu, Olot, Santa Pau, Bañolas y muchos más.
Gracias a la información que nos proporciono Ramón, visitamos un pueblo ubicado al este de Camprodon, Beget escondido en el bosque entre dos torrentes, el pueblo entero es un monumento arquitectónico.
La carretera que te lleva es estrecha y con curvas pero merece la pena el recorrerla porque te espera un regalo para la vista y los sentidos.
Ha sido un fin de semana muy provechoso y enriquecedor.
Gracias Ramón, esperamos volver muy pronto para disfrutar de tu hospitalidad.
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